jueves, 13 de octubre de 2011

RUSTICIDAD:

Podemos definir el concepto de rusticidad en un animal o raza como el conjunto de características heredables 
que le permiten superar las variaciones aleatorias y adversas del medio ambiente, sin disminuir demasiado su
capacidad productiva.
Más que por selección artificial, la rusticidad está dada por la selección natural.
Rusticidad y medio ambiente desfavorable o difícil son, por consiguiente, correlativas.
El concepto de rusticidad está ligado a producciones extensivas, con poca o ninguna injerencia del hombre,
en ambientes con recursos limitados y estacionales (pastos naturales, estaciones secas del año, etc.). Dada la
imposibilidad, por razones geográficas o de costo, de modificar o artificializar el medio, en función de los
requerimientos del animal, este debe adaptarse continuamente a las variaciones del medio.
Esta adaptación se da a través de regulaciones biológicas y de comportamiento (origen y tipo genético) que
llamamos rusticidad. Es decir:

  • Capacidad de amortiguar una situación de déficit nutricional con las reservas corporales. 
  • Capacidad de recuperar rápidamente el estado o condición corporal, tan pronto como reaparece una situación de bonanza nutricional. 
  •  Adaptación a las variaciones aleatorias del clima (buena termorregulación). 
  • Adaptación a los accidentes topográficos (desniveles u otros) y aptitud para la marcha (distancias).
  • Capacidad de obtener provecho de un territorio heterogéneo, demostrando un comportamiento adaptado a la vegetación (selectividad, capacidad de ingestión y digestiva). 
  • Resistencia a las enfermedades infecciosas y parasitarias comunes en el medio. 


La rusticidad de un animal es, como dijimos antes, el conjunto de características heredables que le permiten
superar las variaciones aleatorias y adversas del medio sin disminuir demasiado su capacidad reproductiva.
No se puede medir la rusticidad como se miden las performances zootécnicas (producción de leche,
prolificidad, ganancia de peso, etc.), ni tampoco reducirla a una aptitud zootécnica (facilidad de ordeñe, por ej.). Su estudio pone en evidencia que el animal, durante su vida zootécnica, debe ajustar sus requerimientos a los recursos nutricionales y a las condiciones sanitarias que le ofrece el sistema de crianza en el que se desenvuelve.
Cualquier alteración o desarreglo ocurrido, como consecuencia del medio ambiente o de la crianza, ha de ser
superado por el sistema biológico del animal. Según los momentos en los que suceden estas perturbaciones en la vida del animal, y de acuerdo a la naturaleza y eficacia del organismo para superarlas, resultará la permanencia del animal en el sistema productivo en el que está integrado. En este sentido, la longevidad del animal es un buen indicador de su compatibilidad con el sistema de crianza, a condición de tomar en cuenta también los niveles de producción alcanzados durante su vida.
Estas cualidades de rusticidad son la base de una producción económicamente viable y sostenible en los sistemas en que, por razones de costo, los insumos externos deben ser mínimos, debiendo el animal tener
suficiente "autonomía" para adaptarse a un manejo pecuario en el que las intervenciones del criador son
sumamente limitadas.
Como corolario de todo lo expuesto, daremos un par de ejemplos, muy conocidos por cierto, de cómo el
criador ha aprovechado la rusticidad de una raza y la productividad de otras para mejorar la producción en zonas marginales.
El primer ejemplo es bovino y no es otro que aquel en el cual se aprovechó la rusticidad (con todos los
atributos de sobrevivencia que ella tiene) de las razas originales cebuínas y la productividad (con toda la falta de esos mismos atributos) de razas mestizas británicas como la Hereford o Angus, para cruzar y formar razas
sintéticas (Braford o Brangus) que conjugan ambas características para producir en áreas difíciles o marginales.
Otro ejemplo interesante es el cruzamiento de las razas ovinas Corriedale (de gran resistencia al frío, pero
poco prolífica y poco lechera) con la Frisona que es una de las razas más prolíficas del mundo alcanzando
porcentajes de destete del 250 %, de gran capacidad lechera, pero muy sensible al frío y enfermedades, no
adaptándose a producir bien en condiciones templadas.
La cruza que tiene 3/4 de Frisona y 1/4 de Corriedale, es la llamada Pampinta, con gran fertilidad y capacidad lechera, pero a su vez tolerante a condiciones templadas extremas (fríos, lluvias, etc.).

http://www.produccion-animal.com.ar/genetica_seleccion_cruzamientos/bovinos_en_general/15-rusticidad.pdf

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